Después de presenciar la muerte accidental de un extraño, Ruby, busca la afirmación en la ciudad a su alrededor, y lo encuentra en lugares sorprendentes.
Con humor hábil y finos detalles, por la mañana se ilumina los enlaces que conectan nuestra vida urbana, al tiempo que evoca la promesa y la fragilidad de un nuevo día.
Los co-directores Wendy Tilby y Amanda Forbis utilizan el lápiz y la pintura en fotocopias para lograr una apariencia de textura sugerente de una litografía o un noticiario parpadeante.
En cuanto se rompe el día, lo común, un limón, una tostadora, un choque casual en una esquina de la calle está dotado de un poder visceral...Una película sin palabras.